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III ciclo de Poesía y Psicoanálisis
Fecha | Resumen |
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01Feb2019 | 20:00 – 22:00 Primera sesión. Intervendrán la poeta Laura Giordani y la psicoanalista Sol García. |
12Abr2019 | 20:00 – 22:00 Segunda sesión. Intervendrán la poeta Andrea Aguirre y la psicoanalista María Luisa de la Oliva. |
31May2019 | 20:00 – 22:00 Tercera sesión. Intervendrán el poeta Antonio Crespo y la psicoanalista Pilar Rodríguez. |
Si lo desea, puede acceder a los audios de las intervenciones.
Si el síntoma puede leerse, es porque él mismo está ya inscrito en un proceso de escritura.
Es también que de ese girón de discurso … cada uno de nosotros está condenado, para trazar su línea fatal, a hacerse alfabeto vivo.
J. Lacan, 1957
Se dicen los poemas que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados, piden ser, piden ritmo, piden ley para aquello que sienten excesivo.
G. Celaya, 1955
Presentación, por Rebeca García
En relación a la obra de arte, en este caso la escritura poética, Lacan invirtió la perspectiva freudiana: el texto escrito no debe ser psicoanalizado, es el psicoanalista el que debe leer mejor, dejarse interrogar y aprender de la obra poética.
En cuanto al propio trabajo analítico, Lacan invita al psicoanalista a no comprender demasiado rápido la creación ex nihilo que supone el síntoma para cada sujeto, ya que cuando se intenta elaborar una experiencia lo que cuenta no es tanto lo que se comprende, como lo que no se comprende.
En este cruce de tareas, en campo abierto, poetas y psicoanalistas, nos disponemos a emprender nuestro tercer encuentro de POESÍA Y PSICOANÁLISIS.
Si pensamos en la huella de las citas anteriores, encuentro que promete seguir trenzando palabras necesarias como el pan de cada día, como el aire que exigimos trece veces por minuto, en el decir de nuestro Celaya, mucho más necesarias en el aquí y ahora amenazado por nuevas barbaries.
Trenzando sorpresas, hallazgos, amistades, afinidades, equívocos, estímulos…
Y en el centro del trenzado, lo imposible que llamamos real y relanza el proceso de escritura (poética o sintomática) de los alfabetos vivos que somos los humanos.
Nos vemos pronto, entonces, para aprender a leer.
Quicio del lenguaje, por Alberto Cubero
No escribir hasta sentir hambre o sed / en la indecisión / las esquinas azules / moribundas del pulso / saber esperar esa palabra / necesaria / palabras anudadas al precipicio / ese que se tiende junto a los pies / desde el mismo vientre.
Son palabras de Laura Giordani, poeta que abrirá el tercer ciclo Poesía y psicoanálisis, dentro del espacio Diálogos con el arte.
Saber esperar, sí, el advenimiento del lenguaje. No un lenguaje que emerge del logos secuencialmente estructurado, semánticamente direccionado, sino ese lenguaje en el que subyace lalengua, ese neologismo lacaniano que refiere a los significantes que arrastran con ellos el deseo y el goce. Palabras anudadas al precipicio de las significaciones, pero también al cuerpo. Ese cuerpo alcanzado y marcado por el lenguaje, cuerpo que es fisicidad, pero que es también el cuerpo imaginado, imagen inconsciente del cuerpo, parafraseando el título del estupendo libro de Francoise Dolto.
Los versos de Andrea Aguirre, poeta que continuará el ciclo, traen a un primer plano esta cuestión:
¿Necesito acaso un cuerpo / dentro de mi cuerpo? / no digo un pedazo de cuerpo / sino un cuerpo. / solo crecen en mí las plagas / y las lluvias / jamás un cuerpo.
¿A partir de cuándo el pájaro, la luz? / ¿desde cuándo el cazador, el oscuro silencio? / ¿a partir de cuándo? / Cuando llegó el verbo y fue sangre, boca, saliva / cuando pobló, nombró, dijo, permaneció / mas ¿cuándo llegó el verbo? /¿cuándo el pájaro y su canto? / ¿a partir de cuándo el canto? / ¿cuándo su renuncia? Afilados interrogantes en los versos de Antonio Crespo Massieu, quien cerrará el ciclo. Y fue sangre el verbo e hizo sangre en la animalidad del sujeto, pérdida sin retorno. Desde entonces, una vana búsqueda, a través de la palabra, de lo que la palabra misma dinamitó. Desde entonces, el Otro del lenguaje constituyéndonos, abriendo surcos por los que, a duras penas, asoman restos de una ancestralidad.
¿Desde cuándo el cazador, el oscuro silencio? Cuando el verbo pobló, nombró, dijo, permaneció.
Laura Giordani y Sol García
El viaje que importa el jamás contado sucede en las cunetas: lo más hermoso atropellado latiendo todavía en esos márgenes que ignoramos cegados por el vértigo. La savia del poema circula por nervaduras invisibles: en lo sumergido, su fuerza. Enterrar palabras, sepultura sin tregua para decir lo que nunca puede decirse del todo. Luego desenterrarlas, profanar esas tumbas, ver qué hizo el barro con ellas. Rastrear lo que resistió a la crecida, su podredumbre (o que gracias al barro no pereció). Con esa materia sobreviviente fabricar una figura que se nos parezca, como quien desteje un abrigo viejo y teje otro con su lana, eso que ellas hacían sin descanso para que lo que nos rodeaba no se desvaneciera del todo. Sus agujas siguen hilvanando algo entre el olvido y nuestros huesos. Ellas, guardianas de esas habitaciones a las que los hombres no entran, abrigando a los recién nacidos y a los recién muertos antes de que se enfríen del todo; ellas, resucitando helechos después de la helada.Antes de desaparecer, ed. Tigres de Papel 2014, Laura Giordani
Andrea Aguirre y M.ª Luisa de la Oliva
(La forma de las líneas no consuela) Calcular la sombra midiendo la negrura de los días. Dividir las esquinas de la tierra en una página. Muerde el tránsito. Rompe la metáfora. Nuestros huesos alienados no abrigarán nunca las ausencias. Así nos duelen las horas.La infancia suicida de Veronica Qué, ed. Ártese quien pueda 2013, Andrea Aguirre
de luz adormecida está hecha mi penumbra. rebusco entre los bártulos amontonados en mi memoria malograda y no hay tiniebla ni sombra que no se jacte muy nítida de su clara y deslumbrante supervivencia.Mujer frente al caos, ed. La Penúltima editorial 2017, Andrea Aguirre
ALIENTO El mundo ha de ser hecho por los débiles. Hay dioses que asuelan poblados y sueños. Hay un hombre que mira al mar y lo perdona. No hay consuelo más amado que la propia herida.El mapa de la existencia, ed. Tigres de Papel 2015, Andrea Aguirre
Antonio Crespo Massieu y Pilar Rodriguez
¿A partir de cuándo? ¿A partir de cuándo el ángel, el pájaro, desde cuándo la herida, el canto, lo quebrado, el asombro, la suave permanencia, la luz, desde cuándo la música, su ingrávido descenso, la claridad bañando el mundo, la palabra escalando la noche, vaticinando gira que gira el gozne, lo entreabierto, la cadera herida, la piel marcada, lo que rodea y abraza, lo circunciso, la agrietada fidelidad, la fraterna constancia de lo que contemplan los contemplados, a partir de cuándo el silencio y sus sombras, desde que tiempo sin tiempo horada renuncias, enumera traiciones, olvidos, cuándo. Quién escuchó el pájaro, la luz, la carne, quién la dijo, desde dónde la inventó, la bautizó y sacralizó el instante, lo venidero como esperanza, un sueño terso que adivina lo posible, lo nunca acaecido y sin embargo siempre preguntado, indagado en temblor, hueco, cuenco de vigilia, descenso, regreso. ¿A partir de cuándo el pájaro, la luz? ¿desde cuándo el cazador, el oscuro silencio? ¿a partir de cuándo? Cuando llegó el verbo y fue sangre, boca, saliva, cuando pobló, nombró, dijo, permaneció, mas ¿cuándo llegó el verbo? ¿cuándo el pájaro y su canto? ¿a partir de cuándo el canto? ¿cuándo su renuncia?Elegía en Portbou, ed. Bartleby 2011, Antonio Crespo Massieu
Comisión de organización
- Evaristo Bellotti
- Gloria Fernández de Loaysa
- Rebeca García
- Sol García
- Félix Recio
- Carmelo Sierra
Si lo desea, puede acceder a los audios de las intervenciones.