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I Ciclo de Poesía y Psicoanálisis
Fecha | Resumen |
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27Ene2017 | 19:00 – 21:00 Primera sesión, con la poetisa Pilar Fraile Amador y la psicoanalista Rebeca García |
31Mar2017 | 19:00 – 21:00 Segunda sesión, con la poetisa Ada Salas y el psicoanalista Félix Recio |
23Jun2017 | 19:00 – 21:00 Tercera sesión, con el poeta Antonio Méndez Rubio y la psicoanalista Laura Salino |
Si lo desea, puede acceder a los audios de las intervenciones.
La astucia del hombre es atiborrar todo eso (…) con la poesía, que es efecto de sentido, pero también efecto de agujero. No hay más que la poesía (…) que permita la interpretación. Es por eso que yo no llego más, en mi técnica, a lo que ella sostiene. Yo no soy bastante poeta. No soy bastante poâte.
Lacan, J. Seminario 24, L’insu que sait…
Presentación
El Espacio del Foro Psicoanalítico de Madrid, DIÁLOGOS CON EL ARTE, abre un nuevo camino de encuentro con el arte, la poesía. Encuentro en acto, pues no se trata de aplicar el psicoanálisis al arte sino de lo que la poesía puede decirnos a los psicoanalistas y cómo puede orientarnos.
En el Seminario 24 L’insu que sait…, dijo Lacan: «El sentido, eso tapona. Pero con la ayuda de lo que se llama la escritura poética, ustedes pueden tener la dimensión de lo que podría ser la interpretación analítica». Y un poco más adelante se pregunta: «¿Estar eventualmente inspirado por algo del orden de la poesía para intervenir en tanto que psicoanalista? (…) Es en tanto que una interpretación justa extingue un síntoma que la verdad se especifica por ser poética».
La Comisión de organización de este Espacio ha invitado al poeta Alberto Cubero a estructurar este primer Ciclo de Poesía y Psicoanálisis. Se van a celebrar tres actos. Además de una introducción a la obra de cada poeta por un psicoanalista, se realizará una lectura de poemas a cargo del poeta y un debate posterior con el público asistente.
Los poetas Pilar Fraile Amador, Ada Salas y Antonio Méndez Rubio han aceptado nuestra propuesta. Y los psicoanalistas Rebeca García, Félix Recio y Laura Salino dialogarán con ellos.
Huella intraducible, por Alberto Cubero
Incorporar la poesía a ese espacio y ese tiempo, DIÁLOGOS CON EL ARTE, en el que psicoanálisis y arte se encuentran, supone una interesante e inquietante propuesta para indagar en las relaciones entre la palabra poética y el modo singular que tiene el psicoanálisis de ocuparse del lenguaje.
Ambos campos trabajan alrededor del agujero originario que el lenguaje abre en el sujeto. Paradójicamente, aceptando una derrota de antemano —la de la imposibilidad de alcanzar lo irrecuperable, de pronunciar lo innombrable—, así como el deseo de aproximarse, tanto como sea posible, a ese inefable que nos mantiene en movimiento.
Resulta un tanto absurdo y pretencioso pensar que dominamos el lenguaje, que somos dueños del lenguaje. Escribía Novalis, allá por 1798, en su Monólogo: «En el habla y en la escritura sucede algo loco: la verdadera conversación es un puro juego de palabras. Sólo podemos sorprendernos del hecho de que la gente, en virtud de un risible error, crea que habla por las cosas mismas. Aquello que, precisamente, el lenguaje tiene de particular, es decir, el preocuparse sólo de sí mismo, es lo que todos ignoran».
Somos atravesados, recorridos por el lenguaje en esa senda hacia el origen ilocalizable de la palabra, hacia una ancestralidad que tan solo intuimos, y en ese tránsito poeta y psicoanalista se cruzan, se miran. Dialogan.
Arañar la certeza, por Rebeca García
El pez raya antes de atrapar a su víctima le produce una descarga eléctrica que lo paraliza.
Así es el efecto de la verdad en algunos, nos dirá Platón.
Buena metáfora del encuentro de dos campos magnéticos no acordes entre sí, nos dirá Lacan: la verdad por medio de la palabra, tocando un real más allá de toda palabra.
El rayo está asegurado… y no cesa aún su efímero instante.
Falta, por Pilar Fraile
los niños naciendo en el fluido verde. una mujer considera tirarse desde el octavo y el combustible late en los depósitos a punto de ser ala. detrás de las papilas la sal las primeras letras. flechas que apuntan a la nervadura. los niños dejando de ser niños a punto de tensar el arco de trepar por la pupila por las cuencas de abrir la ventana al ángel ciego.
Carnalidad de la letra, por Félix Recio
El poeta y el analizante encuentran, más allá de la espesura del lenguaje, un claro o abertura donde algo no conocido se manifiesta; pues el decir, es un decir a partir de la palabra que nos falta, de tal modo que lo dicho es siempre otra cosa, nombrar lo que no tiene nombre, salir a lo abierto.
Decir de límites, es atravesar lo que tapona el claro, despejarlo para que aparezca el borde o cerco, su linde. La escritura puede dirigirse hacia la semilla, hacia la carnalidad de la palabra, mientras la palabra del analizante se podrá dirigir hacia un significante aislado, es decir, letra fuera del sentido.
Para Lacan, escribir poemas no es lo mismo que ser poema. El poeta escribe para algunos, su palabra invocante, busca hacer lazo. El analizante, encuentra por medio de la letra el hueso que obstaculiza el lazo, su verdadero nombre, su ser de goce.
Limbo, por Ada Salas
Lo que añurga y atora. Lo que viene a parar al inútil mortero un rosario apretado enroscado sobre sí. Yo era una balanza en equilibrio yo era una balanza. Mira que eres estúpida. Recoge los añicos y construye con ellos una historia —una sucesión ordenada y discreta por fin reconocible—. No. El dolor no se puede contar. El dolor es abstracto —incontable por tanto según esa oscura gramática— es decir el dolor es la forma más acabada del caos. Pero ves cómo puedo contar los agujeros palparlos uno a uno. Pienso que todos ellos confluyen en un número. Pienso también en si ese número por un ligero descuido se nos atraviesa en la tráquea.
Lengua secreta: la sintaxis de los huecos, por Laura Salino
Podemos estar de acuerdo en que somos hijos del lenguaje. En ese sentido, todos nacemos viejos, cargados de palabras que arrastran sentidos arcaicos.
Poesía y psicoanálisis comparten la pasión de hacer hablar a las grietas, el juego en el enigma de lo cóncavo. Sostener una apuesta así en tiempos de vientres convexos de civilización, anuncio y látigo de Freud a nuestra —occidental— cultura es al mismo
tiempo invitación y señal de tránsito.
Adorno rescató la palabra Denkbilder para indicar la tensión entre sujeto y objeto que fija en un instante una imagen en el tiempo. A nosotros nos toca, siguiendo la inteligencia de Aristófanes, no confundir a un hombre con la imagen de un hombre (o
la de su vientre civilizado), seguir la travesía de hacer de nuestra tragedia sin sentido una sintaxis que abrace lo cómico y nos deje nuevos, habitando el secreto de aquello que la tragedia señala en el preciso momento de su fuga.
A pulso, por Antonio Méndez Rubio
TU TIEMPO, LETRA A LETRA, amenaza con una lengua oíble. La distancia a la voz es igual que la que va desde un día a otro. Con cada afirmación se mueve un párpado. Es posible esperar, hablar y salvar nada. Fuera de ritmo, de sí, la rabia se secuestra a sí misma. ¿Lo ve todo? Ninguna mariposa descansa en la nieve, ni se apoya justo encima de un libro. Sabe que te debe algo, aunque no sea momento. Una moneda al aire, un fragmento de cielo.
Comisión de organización
- Evaristo Bellotti
- Gloria Fernández de Loaysa
- Sol García
- Félix Recio
- Carmelo Sierra
Si lo desea, puede acceder a los audios de las intervenciones.